Las estrellas no solo salen por la noche
En la vida, a veces nos encontramos con obstáculos que nos impiden ver la belleza y las oportunidades que nos rodean. Este relato entre un abuelo y su nieto nos recuerda que, aunque las estrellas no siempre sean visibles, siempre están ahí, brillando en el cielo. Lucas estaba sentado en el porche de la casa de su abuelo, observando cómo las gotas de lluvia caían suavemente sobre el jardín. El cielo estaba cubierto de nubes grises que parecían reflejar su estado de ánimo. Era uno de esos días en los que todo parecía ir mal. En la escuela, había tenido una discusión con su mejor amigo, y el profesor le había llamado la atención por no entregar su tarea a tiempo. Además, había perdido su partido de fútbol, lo que le había dejado un sabor amargo. Sentía que todo se acumulaba, y la tristeza y la frustración lo abrumaban. Mientras miraba las flores del jardín empapadas por la lluvia, Lucas se preguntaba por qué las cosas no podían ser más fáciles. Suspiró profundamente, sintiendo un nudo en